La Fundación Caicedo González Riopaila Castilla presenta su iniciativa ALDEAS, orientado a dinamizar la producción y acceso a alimento de 8 territorios priorizados en el Valle del Cauca.
En Colombia muchas familias se ven envueltas en la incertidumbre de su desarrollo, enfrentando realidades marcadas por la escasez y carencia de recursos básicos. Según el DANE, en el 2022, cerca del 37% de la población vive en condiciones de pobreza y en la ruralidad asciende al 46%.
En consecuencia, la seguridad alimentaria también es un reto significativo. En 2022 alrededor del 28% de la población experimentó inseguridad alimentaria, estas limitaciones en el acceso a alimentos afectan la salud y el bienestar de las comunidades. En promedio estos hogares perciben ingresos cercanos a los 800 mil pesos mensuales, de los cuales el 70% se destina a compra de alimentos.
En este contexto se vuelve más urgente la necesidad de intervenir de manera efectiva y es así como nace ALDEAS, la Alianza para el Desarrollo Económico, Social y Ambiental para el Valle del Cauca y Cauca, una iniciativa que lidera Procaña y las fundaciones Caicedo González Riopaila Castilla, El Amparo y Mariana Hoyos Gutiérrez.
ALDEAS dinamiza la producción y acceso a alimentos, mediante la conformación y desarrollo integral de huertas familiares con la población más vulnerable de 8 territorios priorizados (Zarzal, Bugalagrande, Florida, Pradera, Puerto Tejada, Miranda, Corinto y Guachené), esto lo logra por medio de mecanismos de diálogo y comunicación para co-crear la ruta de actuación. Escuelas de Campo y procesos de acompañamiento familiar que permiten el desarrollo de capacidades a fin de lograr la sostenibilidad en la producción de alimentos, dar apertura al intercambio de excedentes, fortalecer el tejido social, mejorar los vínculos y la economía familiar y generar oportunidades de comercialización local. Desde allí,
“Ahora estamos más tranquilas y confiando en que siempre tendremos comida en la casa. La gente se ha unido y a las mujeres nos valoran más, porque producimos alimentos y ayudamos con los gastos. De todo eso que cultivamos, nos comemos una parte y lo otro lo vendemos; a veces los cultivos se nos dañan, pero así vamos aprendiendo” Carmen, líder de huertas en Florida.
Durante el 2023, se entregaron insumos y herramientas agrícolas como: semillas, abonos, fertilizantes, plantas frutales, azadón, pala, regadera, bandeja de germinación, polisombra, materiales para desinfección del suelo, entre otros. Además, se realizaron 845 visitas técnicas y escuelas de campo, cerca de 2.400 horas de formación agrícola, en economía familiar y prevención de violencias de género, 60 encuentros comunitarios para el fortalecimiento del tejido social, desde las cuales acompañamos la siembra y se entregaron recomendaciones para mejorar la huerta.
“A nosotros nos gusta trabajar con la Fundación Caicedo González Riopaila Castilla y la alianza ALDEAS porque a diferencia de otras organizaciones que llegan acá, vemos un proceso de largo plazo, en el que nos quieren acompañar, no solo vienen por la firma y la foto, sino que realmente les importamos, para nosotros es muy valioso, no hay como consumir los alimentos que uno mismo ha sembrado y cuidado con tanto esfuerzo” Jader del Guayabo, Bugalagrande
Durante el 2023, 1.628 familias lograron establecer procesos para la agricultura familiar desde la producción de 28 especies diversas de alimentos agrícolas en huertas, 4.619 personas en mejora de su seguridad alimentaria y 3.041 toneladas de alimentos fueron producidos.
Después de meses de arduo trabajo, las familias lograron tener en sus hogares productos para su alimentación diaria, hortalizas, frutas y verduras producidas de forma orgánica y limpia que les aporta económicamente y fortalecen directamente la salud.
“Camine le muestro mi huerta, yo aquí he sembrado cilantro, cebolla y zanahoria. Desde que comencé a sembrar no he tenido que comprar cilantro, yo ya coseché todo mire y volví a comprar las semillas y sembré otra vez”. Enir Restrepo de El Remolino.
Afirma María Ángela de Guayabo en Bugalagrande “Contar con mejores alimentos en nuestros hogares es una bendición, poder acercarse al patio de la casa y sacar de ahí las verduras y hierbas para nuestras comidas, es una felicidad para nosotros, y más para muchas mujeres que cuidamos el hogar, es una forma de ayudarnos entre todos”
Con una planificación participativa y un trabajo comunitario, los lazos del tejido social de las comunidades se fueron fortaleciendo, de tal forma que en la vereda San Antonio de Bugalagrande se configuró una Red de Productores de Hortalizas, iniciativa que involucra a 36 familias con diversos conocimientos sobre la producción y comercialización hortofrutícola.
La agricultura familiar permite el involucramiento de todos los integrantes de la familia, incentiva el interés de los niños y jóvenes por el trabajo de la tierra, los adultos mayores con su experiencia nutren los espacios de formación, las mujeres se empoderan en un ejercicio técnico y aportan además de, con el cuidado del hogar, sus trabajos remunerados con la producción de alimentos sanos.
Al cierre del año 2023, las comunidades reflexionaron y proyectaron su actuar con la claridad: seguir contribuyendo a mejorar la calidad de vida de sus familias y de sus territorios, invitan a los aliados que hicieron posible esta oportunidad, a seguir impulsando el desarrollo territorial de estas veredas y corregimientos.
“Gracias por pensar en nosotras, las mujeres podemos ser muy fuertes y ayudar más a nuestras familias, gracias por creer en estos procesos comunitarios y por permitirnos ser parte de esto, no nos dejen solas” manifiesta Clemencia de Remolinos.