Dalma, una mujer antioqueña que lleva con orgullo el liderazgo de la acción comunal del corregimiento en San José de Urama.
Cuando te bajas de la chiva en la que se llega al corregimiento de San José de Urama, en el municipio de Dabeiba, en el occidente del departamento de Antioquia, y caminas unos cuantos metros hacia la izquierda, te vas a encontrar una pequeña casa, con un arco de buganvilias, unas cuantas rosas en frente y una particular planta carnosa con espinas y flores rojas, que le da el nombre a esta vivienda: El Nopal.
En esa casita roja, a la entrada del corregimiento vive Dalma, quien desde hace año y medio lleva con orgullo el liderazgo de la acción comunal del corregimiento.
Sentadas en la sala de su casa, rodeadas de telas, máquinas de coser, agujas, hilos, un tinto en la mano y el calor de un hogar antioqueño, Dalma nos cuenta entre risas y miradas que se pierden en su pensamiento, cómo ha sido su labor desde que decidió devolverse de Medellín hace cuatro años a vivir permanentemente en el lugar que la vio nacer.
Dalma tiene una palabra favorita: persistir, ella cuenta que todo en la vida se logra con persistencia, así es como ha logrado cada cosa que se ha propuesto, entre ellas ser la actual líder de la acción comunal del corregimiento San José de Urama, en el municipio de Dabeiba, occidente Antioqueño; y no sólo eso, además cuenta con orgullo que cuando regresó a vivir a su tierra quiso ocupar su tiempo en algo que pudiera beneficiar a su comunidad y fue así como creó el grupo de costureras.
Inició sólo con la teoría, hizo la convocatoria a través del voz a voz del pueblo y el mensaje caló entre las habitantes, tanto así que a su primera clase llegaron 14 mujeres con ansias de aprender, las mismas que recibió en su casa, pequeña, pero grande a la vez, como sus ganas de ayudar. Una vez se consolidó el grupo, algunas personas del pueblo se unieron a su cometido obsequiando los refrigerios, cediendo espacios, donando materiales y así se unieron esfuerzos para darle forma a este sueño que cada vez iba tomando más fuerza.
Y como todo proyecto que inicia sin recursos, pero con mucha persistencia, crece y va pidiendo cada vez más y más. Es por esto que Dalma, se llevó de Medellín para San José de Urama sus máquinas de coser y creó un taller en su casa para quienes quisieran pasar de la teoría a la práctica, logrando que muchas de las mujeres que iniciaron su proceso de formación, ahora ofrecen servicios de arreglo de ropa, incluso una de sus alumnas más aplicadas, inició su propia marca de ropa y confecciona a la medida. Pero esa historia se las contaremos después.
Dalma es una de las mujeres que ejerce el liderazgo en San José de Urama, una de las tantas mujeres que jalonan el desarrollo de este territorio ubicado en el municipio de Dabeiba y en el que la Alianza para el Desarrollo inició desde el mes de abril de este año, el primer ciclo de fortalecimiento de sus procesos comunitarios, productivos y de infraestructura, con líderes, familias, jóvenes y comunidad académica, para acercar diferentes proyectos, en pro de mejorar la calidad de vida y el bienestar comunitario.
De la mano de diferentes aliados, se busca que esta réplica del programa Desarrollo Integral para Comunidades Sostenibles, equipare e incluso incremente el impacto que antes se vivió en Siete Vueltas en el municipio de San Juan de Urabá y El Prodigio en San Luis y que sirva de modelo para replicar en diferentes territorios del País.
La alianza para el desarrollo fortalece San Juan y San Luis, y replica su modelo en Dabeiba
Desde hace 6 años, en el marco de la construcción de alianza para lograr los ODS, más de 20 fundaciones y la AFE entendieron que generar desarrollo sostenible implica un esfuerzo colectivo, enfocado en atender los retos y desafíos de la ruralidad colombiana.
Fruto de ese entendimiento surgió la Alianza para el Desarrollo, que, bajo un modelo de desarrollo Integral con enfoque territorial genera condiciones de vida digna y capacidades de agenciamiento y apropiación comunitario para su desarrollo local a nivel ambiental, económico y social.
En un inicio la Alianza para el Desarrollo, implementó su programa en los corregimientos de Siete Vueltas en San Juan de Urabá y en El Prodigio, del municipio de San Luis, para luego iniciar una réplica de esta exitosa experiencia en San José de Urama, en el municipio de Dabeiba, esperando que este modelo sea replicado en muchos otros territorios y en un futuro cercano poder traspasar fronteras.
Con esta implementación las comunidades han podido acceder a formación en habilidades para la vida, fortalecimiento de liderazgo, activación y acompañamiento de comités y entes territoriales, viabilización de proyectos de agua potable, alcantarillado, apoyo a asociaciones productivas y emprendimiento, mejoramiento de condiciones de vivienda e infraestructura comunitaria, y un sinnúmero de beneficios, dejando en ellos una capacidad instalada para gestionar y liderar su propio desarrollo.
Si deseas conocer más información de la Alianza para el Desarrollo y de su modelo o cómo avanzan los procesos para que personas como Dalma, se apropien de su propio desarrollo, ingresa a www.alianzaparaeldesarrollo.org