Por: Mónica Villegas Carrasquilla, Gerente de Ciudadanía de la Fundación Corona.
Los retos que enfrentan las ciudades en materia de gestión pública para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos han sido inmensos por los eventos que se han presentado este año. Si bien se cuenta con datos que resaltan problemáticas urgentes, las mdiciones subjetivas y la inclusión de las voces de las y los ciudadanos para la toma de decisiones públicas son aspectos cruciales y que no siempre son tenidas en cuenta por los tomadores de decisiones.
Los datos oficiales muestran realidades complejas en materia de empleo, pobreza, entre otros, y los expertos han puesto sobre la mesa otras problemáticas importantes como la salud mental y física de los ciudadanos y las brechas de acceso a la educación remota, permitiendo tener un panorama relativamente claro sobre los retos y desafíos en materia de política pública económica y social que se debe implementar para ir solventando parte de estas problemáticas.
Sin embargo, poco conocemos lo que perciben los ciudadanos frente a muchos de estos temas en el marco de la pandemia. Más allá del debate alrededor de la pertinencia de las mediciones de bienestar subjetivo como insumo o instrumento para la implementación de políticas públicas, estas medidas aportan a tener una mirada más amplia, multidimensional y contribuyen a conocer las percepciones de los individuos respecto a la calidad de vida que están viviendo, sin estar limitada a la evaluación de terceros ni a lo que los gobiernos crean que es lo deseable para una buena vida.
Los programas Cómo Vamos llevan más de 20 años haciendo un seguimiento y monitoreo a la calidad de vida en las ciudades a través de una combinación de medidas objetivas, datos duros oficiales que dan cuenta de los avances y retrocesos en diferentes sectores de la ciudad y una encuesta de percepción ciudadana como medida complementaria para conocer las percepciones sobre los bienes y servicios que proveen los gobiernos locales, temas relacionados con la evaluación a la gestión pública, entre otros. Este año en particular, en un entorno volátil, incierto y complejo, debemos innovar y proponer nuevos modos de recolección de información local que aporte a la toma de decisiones públicas.
Por esto se diseñó un producto complementario a la Encuesta de Percepción Ciudadana de los Cómo Vamos, que contribuya a enriquecer el debate público, proporcionar información sobre lo que le importa y afecta a la gente, y que ayude a explicar ciertos resultados de políticas (exitosas o fallidas), así como actitudes de los ciudadanos frente a las medidas tomadas en la pandemia. Vivimos en niveles altos de desconfianza, evidenciando la importancia de fortalecer y reconocer la voz de los ciudadanos, así como los retos y barreras en la participación e involucramiento ciudadano en la toma de decisiones en la actual coyuntura: la encuesta #MiVozMiCiudad
Entre los hallazgos más relevantes a nivel nacional se identificaron algunos temas claves que permiten dar una perspectiva general sobre la percepción de la calidad de vida durante el periodo de confinamiento. Por un lado, en la mayoría de las ciudades encuestadas prima el pesimismo. Más de un 40% de la población encuestada manifestó sentir que las cosas van por mal camino, versus un 30% que considera lo contrario. El pesimismo impera especialmente en los más jóvenes, resultado que puede ser explicado por otros factores que sobresalen a lo largo de la encuesta. Por ejemplo, la encuesta evidencia altos porcentajes de desaprobación frente a la gestión de las alcaldías durante la pandemia, en especial en la población joven cuyo nivel de aprobación no supera el 30%. También llaman la atención ciudades como Cúcuta (75,4%), Tuluá (63,4%) y Armenia (63,3%) que presentan los niveles más altos de insatisfacción entre los ciudadanos encuestados. Así mismo, y en relación con los resultados anteriores, la encuesta evidencia una alta insatisfacción con la forma en que la alcaldía ha comunicado las decisiones frente a la pandemia (el promedio de ciudades no supera el 43%) y con los espacios con la participación ciudadana abiertos durante la cuarentena.
En cuanto a problemáticas sociales, la pobreza subjetiva o la autopercepción de pobreza alcanza altos porcentajes en varias ciudades del país con valores superiores al 40% en especial en Quibdó (46,3%), Montería (46,1%) Cartagena (43,9%), Buenaventura (43,1%) y Barranquilla (40,5%). Por niveles socioeconómicos, los estratos bajos (1 y 2) son quienes reportan porcentajes más altos de pobreza subjetiva alcanzado un 40%, este porcentaje disminuye en la medida que aumenta el nivel socio económico; los estratos medios (3 y 4) 20% y en los estratos altos un 8%. La satisfacción con la educación que han recibidos los niños/niñas del hogar tampoco sale bien librada, no supera porcentajes de 37%. Por supuesto, la virtualidad ha enfrentado retos de varias índoles, en especial las brechas de acceso a la tecnología que permita un acceso equitativo.
Aunque en general vemos que la pandemia afecta varios aspectos de la calidad de vida, también puede ser una oportunidad para impulsar cambios de comportamiento en los ciudadanos, un ejemplo es la movilidad sostenible en las ciudades del país. La encuesta revela que hay una disposición de movilizarse más a pie y en bicicleta después del confinamiento En Bogotá, Santa Marta y Cali la variación en el uso de la bicicleta antes y después de la cuarentena fue donde presentó un mayor incremento, mientras que en ciudades como Montería, Manizales y Cúcuta se evidenció mayor disposición a caminar entre los ciudadanos encuestados después del confinamiento. Para esto por supuesto se requiere de trabajar varios frentes en infraestructura y seguridad ciudadana y vial que permita viabilizar estas acciones para los ciudadanos.
Esperamos que la encuesta permita abrir discusiones para fortalecer y/o reorientar las medidas que están tomando los gobiernos, que la voz de los ciudadanos cada vez más sea un insumo en el diseño de las políticas de gobierno logrando resultados más acertados e incluyentes (www.redcomovamos.org).