En la Fundación Otero Liévano somos conscientes de que las verdaderas transformaciones solo se logran cuando se superan brechas y se construye real equidad, por ello protegemos y velamos por los derechos de las niñas, adolescentes y jóvenes e involucramos a sus familias para que cambien los modelos culturales que históricamente han discriminado y vulnerado a las mujeres. Nuestro principal objetivo es empoderarlas desde niñas para que desarrollen habilidades y competencias que les permitan ser líderes de sus proyectos de vida y transformadoras del tejido social contribuyendo al cierre de brechas de género, a la eliminación todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas y a la mitigación de los factores asociados a las violencias.
Es por ello que, anualmente, desde el 2015, venimos ampliamos nuestra cobertura en un promedio del 13%, llegando así a atender en el año 2021 a 1.181 niñas, adolescentes y jóvenes de 580 núcleos familiares compuestos en promedio por 4 personas y con ingresos mensuales per cápita que los sitúan por debajo de la línea de pobreza monetaria. En total, 2.155 personas en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica se beneficiaron de nuestros servicios y mejoraron su calidad de vida durante este periodo.
Generamos entornos seguros que evitan prácticas nocivas como el trabajo infantil, la explotación sexual y las uniones tempranas. A través del Acompañamientos Psicosociales continuos, facilitamos a Niñas, Adolescentes y Mujeres jóvenes las herramientas para que desarrollen autonomía, autoestima, autoconfianza y enfrenten ellas mismas los estereotipos que las limitan. Asimismo, identificamos y mitigamos factores de riesgo y fortalecemos habilidades socioemocionales abordando pautas de crianza, resolución de conflictos y fomentando una mayor afectividad y efectividad en los comportamientos comunes y de interacción familiar y social con el fin de superar condiciones que propician las violencias de género.
Además, promovemos transformaciones en las dinámicas familiares que permitan relaciones más equitativas, superar prácticas culturales que mantienen y aumentan la vulnerabilidad de las niñas, jóvenes y mujeres limitándolas en su proyecto de vida. El trabajo en protección y prevención de violencias, ha generado la mitigación de los riesgos asociados a la vulneración de derechos en el 93% de la población menor de 18 años atendida durante el 2021. Cifra que contrasta con el aumento del 15% en el número de casos reportados a las autoridades en cuanto a violencia intrafamiliar, sexual y maltrato infantil.
Ello nos ha permitido mantener, por más de 3 años consecutivos, la cifra de 0 Embarazos Adolescentes frente a 3.218 embarazos de niñas, adolescentes y jóvenes hasta los 19 años en la ciudad de Bogotá solo en el 2021 y el aumento de estos de estos casos a nivel nacional. Además, nos llevó a que, durante el 2021, no se presentara ningún reporte consumo de sustancias psicoactivas en nuestra población, frente a la tasa del 12,9% de adolescentes en Colombia que reportan consumo alguna sustancia psicoactiva.
Por otro lado, aportamos al cierre de las brechas educativas brindándoles oportunidades para que complementen sus estudios y las apoyamos en sus procesos pedagógicos. A través de experiencias educativas que buscan generar aprendizaje significativo para fortalecer competencias académicas y habilidades humanas, las motivamos para que continúen sus estudios y disminuya así la deserción escolar. Ello nos permitió lograr que el 94,5% de nuestras beneficiarias fueran promovidas al siguiente grado escolar y se presentaran 0 casos de deserción escolar, contrario a la tendencia nacional de deserción cercana al 3%. Además, por medio del programa Apoyo Educativo a Bachilleres, logramos que, en el año 2021, 12 jóvenes culminaran sus estudios en educación superior y facilitamos el acceso a la educación de 41 adolescentes y jóvenes (mujeres) que cursaron una carrera técnica, tecnológica y profesional, 20% relacionadas a áreas STEM, un campo que promovemos constantemente.
Adicionalmente, entendiendo la necesidad de incentivar la curiosidad, orientamos a las beneficiarias hacia las áreas STEAM desde una corta edad para que se formen frente a las exigencias de la IV Revolución Industrial. En este sentido, vamos a la Vanguardia, a través del diseño y construcción de un Centro de Experiencias, un espacio que inspira y transforma la realidad de niñas, adolescentes y jóvenes a través de oportunidades de acceso y formación en áreas STEAM, bilingüismo y Habilidades del Siglo XXI. También, a través de un curso de programación en el que 104 niñas y adolescentes se forman actualmente en la Fundación a través de metodologías y herramientas basadas en el juego con el propósito de desarrollar el pensamiento computacional y habilidades como la resolución de problemas, la creatividad, el trabajo en equipo, la tolerancia a la frustración y la destreza lógica – matemática.
Por último, para garantizar que las Niñas, Adolescentes y Mujeres Jóvenes cuenten con las condiciones para vivir los entornos seguros, para continuar con su camino educativo y alejarse de prácticas nocivas, entregamos una alimentación completa y equilibrada basada en las necesidades de cada una de las beneficiarias atendidas. Garantizando el derecho a la alimentación y asegurando que el 61% de nuestras beneficiarias se encuentre con un Índice de Masa Corporal Adecuado. Con el propósito de disminuir la cifra de beneficiarias con algún tipo de desviación nutricional y garantizar la seguridad alimentaria de nuestras beneficiarias, realizamos planes nutricionales para cada una de las familias atendidas.