La AFE estuvo conversando con Sandra Castro Mercado, Gerente General de Proyectos de la Fundación Promigas sobre la importancia de la cultura como motor de desarrollo y como elemento esencial en la construcción de proyectos sociales de gran impacto. También nos contó, a través de casos de estudio de la Fundación, la relación entre tecnología, digitalización y educación basada en elementos culturales y artísticos.
Seguimos con esta conversación, una serie de entrevistas, que serán publicadas en nuestro portal web, con protagonistas del sector fundacional para profundizar y conversar sobre distintos temas sociales.
AFE: Nos acercamos a la cultura desde distintos enfoques: como elemento común, como identidad social y como acción transformadora. Trabajar la cultura y sus procesos ha significado entender y también transformar una comunidad. Es interesante ver que la cultura está en el eje formador de los procesos que ustedes como Fundación desarrollan, cuéntenos un poco más sobre esto.
SANDRA CASTRO: Hemos desarrollado un acompañamiento sistemático, creativo y consientes a la enseñanza de las artes en las instituciones educativas oficiales, sobre todo en zonas rurales,
Con ellas trabajamos favoreciendo el conocimiento de las obras ejemplares y de diversas expresiones artísticas y culturales en variados espacios de socialización del aprendizaje, a través del desarrollo de la sensibilidad, la creación y comprensión de la expresión simbólica.
Lo anterior propicia el diálogo con los otros y el desarrollo de un pensamiento reflexivo y crítico. Así, las artes generan medios y ámbitos para incidir en la cultura, propiciando la innovación, la inclusión y la cohesión social, en la búsqueda de una ciudadanía más democrática y participativa.
AFE: Existe una correlación entre medios de comunicación-cultura-tecnología aplicado a los programas del sector fundacional ¿Cómo explican esta triada?
SC: En nuestro programa buscamos que esta triada se dé de manera natural, a través de las siguientes estrategias de acción:
- Construimos en concurso y asociación con Organizaciones culturales, escuelas, asociaciones de base y familias una agenda común entre educación y cultura.
- Se implementan redes educativas y culturales que comunican constantemente los hallazgos, progresos, emprendimientos, innovaciones.
- Se promueven los observatorios “Ayawatas” de investigación de las relaciones familiares, institucionales y comunitarios alrededor de educación-cultura, educación y arte, prácticas artísticas y emprendimiento cultural que hacen seguimientos internos propios y con resultados y datos tangibles para conseguir apoyos a experiencias exitosas.
- Se generan sistemas de información, diagnóstico, memoria, publicación y documentación de la Educación Artística
AFE: Hablemos del panorama actual, ¿Qué ha cambiado y que esperan que cambie en el diseño de proyectos enfocados a incentivar la educación y la cultura?
SC: Los retos en la educación artística son enormes: conocer su situación, actualizar los currículos educativos, impulsar la investigación y desarrollar programas de formación docente, forman parte del itinerario que deberían seguir las políticas públicas para impulsar la educación artística, orientándose hacia la creación de una nueva ciudadanía que fortalezca el conocimiento y el aprecio de las culturas de la región.
El panorama actual nos lleva a: (i) La necesidad de generar políticas educativas que garanticen a instituciones la consolidación de procesos en Educación Artística en los diferentes niveles de formación. (ii) la necesidad de contar con criterios pedagógicos que posibiliten orientar dichos procesos, con el fin de ofrecer a las instituciones y a sus docentes, referentes que sirvan para realizar sus diseños curriculares en concordancia con los proyectos educativos institucionales, basados en el desarrollo de competencias. (iii) En una educación integral de los estudiantes desde una perspectiva inclusiva y multicultural, la Educación Artística tiene el reto de fortalecer y consolidar el propio acervo cultural, y a la vez, ofrecer las herramientas necesarias para que una persona pueda leer y leerse desde diferentes contextos.
Por lo que cabría preguntarse por la lógica de las competencias no sólo de la educación artística (Giráldez, 2007) sino en el sistema educativo en general cuando la misma noción de competencia requiere resignificarse.
AFE: Formar públicos es fortalecer la cultura; sin embargo, hay un debate muy pertinente sobre el rol formador que deben tener las fundaciones. ¿Qué aporte cree que juega el sector fundacional como actor formador y divulgador de cultura a diferencia de actores sociales como el sector público o privado?
SC: Son dos los enfoques que pueden adoptarse en la educación artística que es tema en el que la Fundación Promigas pone el foco
Otros actores sociales como el sector público o privado están más en línea con la educación en el arte que supone transmitir a los alumnos las prácticas y los principios de diferentes disciplinas artísticas, con la idea de estimular su conciencia crítica y su sensibilidad y permitirles construir identidades culturales.
El sector Fundacional en cambio, parece que puede apuntar mejor a la educación a través del arte, que implica considerar el arte como vehículo de aprendizaje de otras materias y como medio para alcanzar resultados educativos más generales. (Bamford, 2009, p.24)
Estos dos enfoques pueden cohabitar en las propuestas funacionales y se consideran centrales tanto para la formación dentro de la escuela, como por fuera de ella. En ese sentido el sector fundaciona contribuye al fortalecimiento de una política educativa de calidad, como a un desarrollo de política cultural que históricamente se ha situado en segundo plano.
AFE: ¿Cómo es el proceso metodológico a la hora de construir sus programas enfocados a la divulgación y fortalecimiento cultural? ¿De que forma participan sus comunidades en esa construcción de programas?
SC: Desde nuestra propuesta, el currículo es el marco clave para abordar nuestro trabajo. Con la comunidad educativa plantemos cuatro preguntas fundamentales para organizar el diseño de los currículos
- ¿Cuáles propósitos educativos pretendemos alcanzar?
- ¿Qué experiencias educativas debemos ofrecer lograr esos propósitos?
- ¿Cómo organizamos estas experiencias de manera eficaz?
- ¿Cómo podemos determinar si hemos alcanzado nuestros objetivos?
Es importante reconocer las brechas que puedan presentarse entre el currículo como está escrito y el currículo como se ejecuta). Incluso, se han identificado cuatro dimensiones que tienen un impacto importante sobre el desarrollo de los currículos en las escuelas:
Contexto situado: se refiere al impacto del lugar en la capacidad de los docentes para ofrecer el tipo de programa que mejor se adapte a la escuela y sus estudiantes. El lugar, tiene un impacto en la facilidad de acceso a oportunidades para el aprendizaje de las artes, (teatros, presentaciones) o dificultades que hacen que estas sean costosas y remotas.
Cultura organizacional: Los procesos administrativos, la toma de decisiones en la escuela y el valor asignado a las prioridades del área de aprendizaje determinan, en parte, el apoyo continuo a las artes.
Comprender cómo y por qué las escuelas priorizan el aprendizaje y muestran su apoyo a las artes aumenta las oportunidades para la oferta de aprendizaje artístico de calidad.
Contexto material: aquí se comprenden los recursos humanos y físicos, como el personal, la infraestructura y los insumos disponibles. Por ejemplo, usar o agregar a la experiencia de personal de una escuela es imperativo para una escuela eficiente, que pueda desarrollar el plan de estudios de manera efectiva. Así mismo, la infraestructura de una escuela con su diseño y uso del espacio de la clase.
Estas áreas representan los componentes que impactan diariamente en la enseñanza.