No solo no tenemos tiempo, sino que el modelo de arquitectura financiera del mundo se cuestiona por su incapacidad financiar los problemas que ayudó a crear. ¹El capital privado necesita articularse mejor para invertir en un desarrollo sostenible, la transformación de los sistemas energéticos y los sistemas alimentarios. Hoy los países en desarrollo enfrentamos mayor dificultad por el costo que ello implica y la carencia de recursos fiscales para financiarlo. Trabajar por energías renovables, protección social, calidad en la educación, creación de trabajo decente, cobertura de salud, sistemas alimentarios sostenibles e infraestructura y transformación digital es el must, pero hacerlo de forma inteligente ya no es negociable.
En el territorio colombiano de 114 mm de hectáreas, con uno de los índices de complejidad geográfica más alto del mundo, las provincias se clasifican según su ruralidad y sus conexiones². 65.5% de las provincias son rurales de acuerdo con su proximidad a los centros urbanos, su densidad poblacional y el número de habitantes en la cabecera municipal principal. Las provincias recogen las dinámicas agregadas y reúnen patrones diferenciados que reflejan mejor las interdependencias entre los recursos naturales, la población y la cohesión de las respuestas ante los cambios de la economía.
Si enfrentamos tantos problemas a nivel mundial y el capital es escaso y más costoso hoy para resolverlos, ¿qué importancia cobra en Colombia la articulación multidisciplinaria en la priorización de intervenciones sociales y ambientales con enfoque de provincias rurales donde podamos medir las respuestas ante los cambios económicos y probar modelos que respondan precisamente a sus dinámicas?
¿Cuántas de nuestras intervenciones tienen foco en la ruralidad, dónde se ubican?, ¿cuántas integran una visión de sistema para no duplicar lo que hacemos y medir su efectividad en el tiempo? ¿qué deber tenemos como ecosistema fundacional para actualizar los resultados esperados, las poblaciones objetivo y reorientar las acciones que desplegamos?, y no menos relevante, ¿qué tanto involucramos a otros en estos ejercicios de reformulación?
Trabajar por la ruralidad no implica un enfoque binario ni excluyente si se comprende que el desarrollo rural se ha concebido en los modelos de países desarrollados como parte de un sistema integral. En el Seminario de Economía y Desarrollo³ se mencionó como ejemplo para el ordenamiento, el modelo de la Carta Europea de Ordenamiento del Territorio; una disciplina científica, técnico administrativo con enfoque multidisciplinario global. Si no hubiera ido más allá para entender que data de 19834, habría juzgado que era reciente, simple, y muy conectada con las necesidades actuales de desarrollo de nuestro país.
Bien por usar la historia, pero la innovación nos debe guiar. Debemos atrevernos a habilitar modelos rurales renovados, que aprovechen la experiencia del capital intelectual y tecnológico para señalarnos nuevos caminos. Tenemos claro que hay que entender el territorio y su comunidad, pero somos nosotros quienes podemos mostrarles tendencias, modelos pedagógicos y de negocio modernos, la realidad de la conexión con mercados, enseñarles a usar información que les permita prepararse mejor, habilitar conectividad física y digital y orientarlos permanentemente sobre las brechas que tienen que cerrar para avanzar.
Además de capital, debemos llegar a la ruralidad con modelos de personas y organizaciones que sean referentes para inspirar, no podrán cambiar su realidad con lo único que conocen. Nosotros somos una ventana y conexión para que conozcan el mundo.
La mentalidad de los territorios y de su población debe evolucionar, no para que dejen de ser quienes son, sino para que crezcan mientras conservan sus raíces, cohabitan con sus recursos naturales, y dejan de ser territorios empobrecidos o inviables a la espera del asistencialismo. Queremos una ruralidad moderna. ¿Están las condiciones dadas para desarrollar las mentalidades que se requieren?
En una visita reciente al territorio un emprendedor señaló: “Yo he podido ver el mundo, he viajado, se lo que se puede hacer aquí y el potencial que hay en apropiarnos del territorio para preservarlo sin daño, para atraer turismo responsable; lujo hoy, es poder experimentar lo que tenemos aquí. Sé también lo que implica hacerlo mal y cómo debemos generar modelos de negocio que sean sostenibles económica y ambientalmente y tener desarrollo para no tener que irnos de la región”. ¿En contraposición a lo anterior, cuál podrá ser la visión de alguien que a diferencia suya, no ha salido del territorio? Tenemos que reconocer el esfuerzo de las comunidades, alentar sus ideas, pero tenemos que provocar una mentalidad global para que puedan salir adelante.
Mientras no trabajemos por desarrollar formas nuevas de ocupación rentables, que son las que permiten dignificar la labor de la persona, desarrollar capital intelectual y económico y apropiar nuevas tecnologías; seguiremos viendo que los territorios rurales no ven salida, sus jóvenes seguirán prefiriendo otras formas de vida frustrándose por sus intentos de emprender o emplearse en algo para lo que no están preparados, tendremos migraciones sin límite a los centros urbanos y con ello los problemas que cada uno de nosotros bien tiene diagnosticados.
Imaginemos pues una ruralidad de futuro, conectada, global, con conocimiento tecnológico, preparada para el cuidado de los recursos naturales, que entiende los mercados y se vincula de forma eficiente, que crea negocios rentables habilitando nuevas vocaciones productivas, donde hay bienestar y donde las nuevas generaciones ven un modo de vida posible.
En la ruralidad cada uno de nosotros puede tener el mejor papel dentro de una gran obra. Podemos replicar las experiencias en las que tenemos visión de largo plazo, con propósito, gobierno y estrategia claros, priorizando los resultados esperados (más allá de los intereses propios) porque sabemos que funcionan. Podemos trabajar priorizando provincias rurales donde podamos realizar intervenciones innovadoras, haciendo conexiones efectivas y optimizando recursos en equipo, con mecanismos para probar y medir los resultados integrales de la ruralidad que queremos en los próximos 10 a 20 años.
1 Financing for Sustainable Development Report 2023 | United Nations Inter-agency Task Force on Financing for Development
2 Estudio de CEPAL clasifica las provincias de Colombia según su ruralidad y sus conexiones | CEPAL
3 Una política nacional de ordenamiento territorial debe tener en cuenta la realidad de las regiones: profesor, Édgar Revéiz (dnp.gov.co)
4 (Microsoft Word – Carta Europea de Ordenaci\363n del Territorio.doc) (uco.es)