La salud mental es una prioridad mundial para el desarrollo integral de las personas. La OMS ha catalogado los problemas de salud mental como la pandemia de 2050.
Si un niño nace y crece en un hogar donde sus cuidadores no les brindan el suficiente afecto y amor que necesita es probable que su adecuado crecimiento se vea afectado. Es por eso que, desde este momento, la Fundación Éxito se suma a contribuir en la salud mental de las familias con el lanzamiento de su programa Vivir Plenamente; para continuar con nuestro propósito de erradicar la desnutrición para el 2030, pero junto a madres y cuidadores felices y plenos que les ofrezcan un espacio seguro a sus bebés.
El bienestar de los niños y las niñas depende no solo del acceso constante y seguro a alimentos de calidad que los nutran de manera adecuada, sino que implica además que estos puedan crecer en espacios seguros en donde se potencialice su desarrollo a través de acciones de cuidado en donde prime el afecto, el respeto y la comprensión.
Basta revisar conceptos como el Síndrome de Hospitalismo, un diagnóstico que reciben algunos niños que llevan mucho tiempo en instituciones de salud por diversos diagnósticos, aislados de sus familiares y seres queridos. Según la Clínica Universidad de Navarra algunos de los síntomas de este síndrome son apatía, retardo en el desarrollo y depresión, por la privación del ambiente familiar y la rutina habitual; sintomatología similar a la que está asociada a la desnutrición crónica.
Así como el cerebro humano se forma en un 75 % en los primeros 1.000 días de vida, también el bienestar emocional de las personas empieza en los primeros años de la mano de sus padres y cuidadores, que en muchos casos necesitan de este apoyo para así garantizar hogares seguros donde los niños puedan crecer sanos.
En el Boletín Forensis del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses a diciembre de 2024, el suicidio infantil muestra unas cifras alarmantes: 15 niños entre los 6 y los 11 años, y 272 ente los 12 y los 17 años cometieron suicidio, para un total de 287. Si bien las cifras indican que los varones son los que más lo cometen —por cuestiones culturales, cargas económicas, expectativas sobre la masculinidad y dificultad para la expresión de emociones—, las mujeres son las que más lo intentan.
El mismo Boletín Forensis evidencia que la violencia intrafamiliar contra niños, niñas y adolescentes aumentó en un 24 % durante el 2024 con respecto al 2023 en Colombia. Teniendo en cuenta que los 7.902 casos son solo los que se reportan.
“Proteger la salud mental de madres, padres, red de apoyo de cuidadores es en definitiva un acto de amor profundo, porque en sus manos está el bienestar presente y futuro de quienes están aprendiendo a vivir”, afirmó la nutricionista Diana Pineda, Directora de la Fundación Éxito.
Vivir plenamente, un programa piloto que nutre 500 corazones de madres beneficiarias
A través del programa Vivir Plenamente, 500 mujeres beneficiarias de la Fundación y los agentes educativos de Buen Comienzo, iniciativa de la Alcaldía de Medellín con la que nos hemos aliado, tendrán acceso a atención psicológica. El objetivo es fortalecer la salud mental de las madres gestantes y lactantes del Distrito, así como el bienestar de los agentes educativos que acompañan a las familias. Este proyecto conjunto comenzó a ejecutarse el 1 de abril, con una inversión de 532 millones de pesos.
Para promover la salud materna, se habilitaron 8 consultorios en una institución médica de renombre de la ciudad, operados por la IPS Creciendo con Cariño. En estos espacios, las madres podrán expresar sus preocupaciones relacionadas con sus hogares y los desafíos que enfrentan y enfrentarán durante la maternidad. El objetivo es iniciar un proceso de acompañamiento que les permita aprender a estar con sus hijos y disfrutar de momentos de calidad. Esto se fundamenta en la idea de que, si la salud de la madre es óptima, es más probable que la salud de su hijo también lo sea.
En el evento de lanzamiento de #VivirPlenamente la psicóloga clínica Érica Tatiana Quintero de la IPS Creciendo con Cariño, expresó: “cuidar la salud mental de quienes cuidan es también cuidar a quienes están creciendo”.
La revista científica The Lancet Series describió que los programas educativos para padres producen mejoras considerables en el resultado de desarrollo de nuestra infancia.
Y es que, hablar de salud mental hoy es una prioridad mundial para el desarrollo integral de las personas para tener una sociedad más saludable, tolerante, empática, estable y de esta manera, prevenir preocupantes problemáticas sociales como el aumento de ansiedad y depresión que ha incrementado en un 25 % en el mundo desde la pandemia por Covid-19.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que algunos de los determinantes sociales que condicionan la desnutrición crónica son los mismos que condicionan la salud mental. Esto es un ajuste perfecto y complementario para la inversión social y atención integral que propone la Fundación Éxito con todos sus proyectos en la búsqueda de bienestar en la niñez infantil empezando por la erradicación de la desnutrición crónica, un mal que afecta actualmente a 989.776 niños y niñas en Colombia, y que afecta directamente su desarrollo cognitivo y socioemocional, impactando directamente en el capital humano de los países.
Así mismo, se suma el informe de 2025 del Banco Mundial, titulado Crimen Organizado y Violencia en América Latina y el Caribe, donde alerta cómo la violencia y el crimen organizado se constituye en la barrera más grande para el desarrollo de Latinoamérica. Todo tiene que ver con las inequidades sociales y la manera en la que vemos la vida y por supuesto actuamos en consecuencia. Las personas con redes de apoyo estables y con capacidades para la gestión emocional, tienen mayor capacidad de tomar decisiones acertadas y asertivas para la construcción de comunidad, de país.
Por todo esto, en Fundación Éxito estamos convencidos de que “el punto de partida para el desarrollo económico y social es el bienestar infantil, iniciando por su nutrición y la generación de espacios seguros para su crecimiento y desarrollo”, según Diana Pineda.
Con la inversión social en la primera infancia podremos nutrir de oportunidades a Colombia y revertir de mejor manera la pobreza y desigualdad en nuestro país.